No hay duda de que los embutidos son una delicia para el paladar, pero siempre han suscitado cierto debate.
Los embutidos son un elemento básico de la tradición culinaria en muchas partes de Europa, especialmente en España e Italia; en estos países hay muchas carnicerías llamadas charcuterías donde se venden embutidos de forma artesanal.
El hecho de que estos productos tengan una larga vida útil los ha convertido en una opción popular entre los alimentos procesados.
Debido a su alto contenido en grasa y sal y su contenido calórico nos invita a consumirlos con moderación, por lo que se han difundido algunos mitos sobre ellos.
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Mito 1. Están hechos con carne de poca calidad.
Desde el comienzo de esta industria, mucha gente ha afirmado que los embutidos se elaboran con los peores cortes de carne disponibles.
Sí, es cierto, especialmente cuando hablamos de embutidos producidos a gran escala industrial y en los que se usan transgénicos, gran número de conservantes y el producto final están lejos de ser nutritivos.
Aunque podría ser cierto que la industria cárnica no se preocupa por el trato humano de los animales, hay un sector de la industria que se preocupa porque los ganaderos necesitan ofrecer un producto de alta calidad y tratar bien a sus animales para tener éxito.
Fijémonos en el cerdo ibérico. Intentamos darle una buena vida en el campo y, una vez que llega al matadero, utilizamos el animal entero para elaborar sabrosos alimentos.
Las normas de calidad establecidas por el Ministerio de Agricultura y la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico son muy estrictas, lo que garantiza que los embutidos se elaboran sólo con carne de primera calidad.
Hay que destacar la importancia de las pequeñas empresas de charcutería que buscan ingredientes de calidad y tratan a los animales con dignidad utilizando buena carne y cuidando su elaboración.
Las bellotas y los cereales son la dieta de los cerdos que han sido bien tratados, por lo que el proceso es muy cuidadoso. El resultado son los embutidos artesanales llenos de sabor.
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Mito 2. Son malos para la salud.
La mayoría de la gente cree en este mito, que el consumo de embutidos no es saludable pero la verdad es que todo depende de la calidad y la cantidad de los productos que consumas.
Cuando los embutidos se elaboran con ingredientes de mala calidad y contienen demasiado sodio, su consumo excesivo si que puede provocar problemas de salud.
No obstante, cabe destacar que la carne de cerdo no contiene nitritos ni conservantes, por lo que si nos tomamos la molestia de elegir un buen embutido libre de químicos y lo consumimos ocasionalmente, no habrá problemas.
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Mito 3. No deberás comer "lo de fuera".
De hecho, puede ser verdadero y falso.
Cuando los embutidos se fabrican de forma artesanal, se hacen con la propia tripa del cerdo, al ser un producto natural no hay problema en comerse el resultado.
Sin embargo, los embutidos industriales suelen estar envasados en un tipo de plástico que utiliza colágeno y otras sustancias. Este tipo de envase debe evitarse porque puede causar problemas de salud.
Siempre que esté seguro de que el embutido esta hecho con tripas de animales y no de fábrica, este alimento es seguro para el consumo.
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Mito 4. No contienen proteínas.
Estamos ante una de las afirmaciones más comunes sobre los embutidos.
Pero esto no es realista, ya que las proteínas se encuentran en mayor medida en los alimentos elaborados a partir de la carne, pescados o los huevos y los alimentos derivados de estos mismos, como es el caso de los embutidos.
Por lo tanto, comer embutidos de forma responsable y saludable le asegura obtener suficientes proteínas.
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Mito 5. No complementan la dieta.
Algunas personas creen que los embutidos y otras carnes procesadas no forman parte de una dieta saludable.
La verdad es que son una opción más rentable para las personas que no pueden asumir la compra de carne o pescado semanalmente.
Tienen un alto contenido en proteínas y son asequibles, por lo que son alimentos muy recomendables.
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