Si buscas un nuevo sabor o textura, te encantará el lagarto ibérico. Este corte de carne es una deliciosa y tierna pieza de cerdo que se puede utilizar de diversas maneras. En la cocina es muy fácil de cocinar y con un sabor exquisito.
La carne del lagarto es jugosa y magra, ya que entre las placas de carne hay pequeñas vetas de grasa que evitan que se reseque. Al tratarse de un músculo, es muy sencilla de comer al no contener restos de hueso como una chuleta.
Antiguamente, esta parte menos famosa del cerdo se utilizaba para hacer embutido. Sin embargo, hoy en día se cocina en muchos otros platos.
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¿Qué parte del cerdo ibérico es el lagarto?
El lagarto ibérico es la pieza que está situada entre el lomo y el espinazo.
Es un corte popular y versátil de la carne de cerdo. Es un tipo particular de tira de lomo, extraído de la parte entre las costillas y el lomo, que da lugar a tiras finas y medianas con un grosor de 2 a 4 centímetros.
El lagarto ibérico proviene del músculo iliocostal, un músculo largo y estrecho. La grasa cubre ambos lados del músculo, pero más en el lado lateral.
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¿Cuáles son las características del lagarto ibérico de cerdo?
Cuando se retira la espina dorsal, el lagarto es uno de los primeros cortes en salir. Con una longitud aproximada de medio metro.
La forma alargada permite cortarlo en filetes o trozos. La carne es magra, jugosa, llena de vetas de grasa marmoleada que evitan la desecación y favorecen una textura solida en el bocado.
Fijándonos en las calorías del lagarto ibérico, podemos decir que es un alimento muy saludable, con alto nivel de proteínas, rica en nutrientes y vigorizante.
